Los relojes, para ser útiles, tienen que buscar la mayor exactitud y repetibilidad posible en su funcionamiento, para ello es necesario tener un tipo de movimiento que se repita exactamente igual a lo largo del tiempo, y uno de los más importantes son los llamados mecanismos de escape
Estos mecanismos transforman el movimiento de rotación producido por un peso o un muelle, en un movimiento preciso de rotación o oscilación, que será el que gobierne el resto del reloj. El escape es la fuente del sonido de tic-tac que producen los relojes mecánicos.
Los escapes permiten aprovechar una fuerza para obtener un movimiento continuo, evitando la aceleración que libremente produciría. Esto se consigue usualmente bloqueando y liberando el movimiento en intervalos constantes.